Sobre páginas en blanco
Digo que aquí me tienes cual libro abierto,
dispuesto a tu pluma, a tu pulso,
a tus garabatos y a mojar mis páginas con tus lágrimas;
quiero tus desvelos poéticos,
tu idioma de soledad y un poco de vanidad.
Intensa será la dicha de acompañar tu mesa de noche,
tus lamentos en soledad, y tus romances agrios;
escuchar tus álgidas nostalgias musicales,
retozar entre tus sábanas y quedar cansado.
Anota tus pasajes nebulosos,
historias de penumbrosos placeres,
y lúgubres cansados atardeceres,
sobre desolados campos de hierba amarilla.
Noches lúgubres cuando te abandonen las estrellas,
meditabunda, vacía, en tormentoso silencio,
escuchando esa sombría voz que te canta,
tan desolada en presencia mía.
Añorarás los escritos con sangre,
pero recordarás el título que me pusiste,
éste soy, tu libro, tu diario, tu pesadilla,
el lucifer de tu infierno, soy tu memoria.
dispuesto a tu pluma, a tu pulso,
a tus garabatos y a mojar mis páginas con tus lágrimas;
quiero tus desvelos poéticos,
tu idioma de soledad y un poco de vanidad.
Intensa será la dicha de acompañar tu mesa de noche,
tus lamentos en soledad, y tus romances agrios;
escuchar tus álgidas nostalgias musicales,
retozar entre tus sábanas y quedar cansado.
Anota tus pasajes nebulosos,
historias de penumbrosos placeres,
y lúgubres cansados atardeceres,
sobre desolados campos de hierba amarilla.
Noches lúgubres cuando te abandonen las estrellas,
meditabunda, vacía, en tormentoso silencio,
escuchando esa sombría voz que te canta,
tan desolada en presencia mía.
Añorarás los escritos con sangre,
pero recordarás el título que me pusiste,
éste soy, tu libro, tu diario, tu pesadilla,
el lucifer de tu infierno, soy tu memoria.
Comentarios