El Caramelo de sus Ojos
El ardiente sol ha partido mis labios,
y en busca de refugio encuentro lo que parece ser un cayo,
mis ásperas manos descubren soledad, melancolía y enojo,
mas a cambio reciben todo lo contrario,
alegría, encanto, gratitud y gozo.
Parece no ser una idea tan desquiciada,
explorar cada rincón de esta isla recientemente abandonada,
de ojos cafés, labios rosa, arena blanca y mansas aguas,
donde en silencio reposa la suave brisa,
y es que es tan grato ver su risa.
Entonces pienso en dejar a la deriva mi barca,
esperar a aquel naranja crepúsculo de su blanca piel,
disfrutar del suave caramelo de sus ojos a contraluz,
escuchar su melodía, su arrullo,
sus incontenibles ganas de vivir.
y en busca de refugio encuentro lo que parece ser un cayo,
mis ásperas manos descubren soledad, melancolía y enojo,
mas a cambio reciben todo lo contrario,
alegría, encanto, gratitud y gozo.
Parece no ser una idea tan desquiciada,
explorar cada rincón de esta isla recientemente abandonada,
de ojos cafés, labios rosa, arena blanca y mansas aguas,
donde en silencio reposa la suave brisa,
y es que es tan grato ver su risa.
Entonces pienso en dejar a la deriva mi barca,
esperar a aquel naranja crepúsculo de su blanca piel,
disfrutar del suave caramelo de sus ojos a contraluz,
escuchar su melodía, su arrullo,
sus incontenibles ganas de vivir.
Comentarios