HISTORIA DE UN CUERVO

Un cuervo se posó en su ventana,
y sus ojos le veían, le acechaban,
mientras ella se vestía y peinaba,
con miedo ella lograba acercarse
para echarle y que no volviese más,
sin embargo el ave regresaba.

Así pasó largas noches velando sus sueños,
crudos otoños e inviernos, esquivando
aquellas piedras que la gente le lanzaba,
graznando desafinadas melodías de amor,
esquivando las balas para no ser herido,
sin embargo el ave regresaba.

Aquella presencia no esperada por las mañanas,
y su alma invadida por el miedo
se pusieron frente a frente, y bailaron,
dando vueltas y agitando sus alas ambos volaron
hasta recobrar la cordura y ella le echara,
sin embargo el ave regresaba.

Bailaron, volaron, primaveras, veranos,
y él siempre esquivando las piedras, las balas,
aprendió a permanecer en tierra,
mientras ella seguía danzando,
recobraba la cordura y al ave desalojaba,
sin embargo el ave regresaba.

No existía día alguno sin él,
mas al final ella siempre echándole,
entendía que no eran iguales,
ella jamás se dio cuenta de lo que él hacía,
pero no era suficiente y ella le echaba,
sin embargo el ave regresaba.

Una tarde ella enfureció y una piedra lanzó,
el cuervo quien en tierra indefenso se encontraba,
terrible impacto fue el que recibió,
impidiéndole danzar y casi no pudo volar,
ella echó al inútil ave afuera nuevamente,
sin embargo el ave regresaba.

Una mañana el cuervo regresó y no la encontró,
una perdiz ahora ella traía en sus manos,
él vio que sus ojos vislumbraban la felicidad,
con el tiempo aquella ventana de polvo se cubrió
y el cuervo afuera en el olvido quedó,
sin embargo el ave regresaba.

Hoy el momento en que la muerte le acecha,
el cuervo se asoma y tan solo suspira,
delira imaginando que danzan nuevamente,
ella solo tiene prisa por ser feliz, así el cuervo
decidió volar para extinguirse en otro lugar,
esta ave no regresará jamás, ha muerto, ha muerto...